El asesino de Versace: Andrew Cunanan





Andrew Cunanan nació el 31 de agosto de 1969 en Estados Unidos, en la cuna de una familia modesta. Desde muy pequeño, su padre le hacía saber que él estaba destinado a ser alguien importante, alguien superior al resto de la sociedad.

Andrew Cunanan
A pesar de que era abiertamente homosexual desde la adolescencia, Andrew engañaba en los demás aspectos de su vida. Se hacía llamar Andrew DeSilva, y hacía creer a la gente que vivía una vida llena de lujos y privilegios. Le gustaba ser el centro de todo. Según sus amistades, tenía fama de buscar hombres mayores y poderosos, quienes lo mimaban con grandes cantidades de dinero y regalos caros.

Según se cuenta, en 1990, en el club gay Colossus de San Francisco, Gianni Versace, el famoso diseñador de modas, creyó reconocer a Cunanan de un encuentro anterior en Italia, a lo que este solo atino a seguirle la corriente. Poco tiempo después, en 1994, Cunanan conoce a Norman Blachford, con quien viviría en 1995 en San Diego y tendría todo lo que quería: ropa cara, una lujosa residencia, y mucho dinero.

En 1996, Andrew conoció a quien decía era el amor de su vida: David Madson. Mantendría una relación al mismo tiempo con ambos, sin que ninguno se enterara de lo que hacía a sus espaldas. Para su mala suerte, ambos terminarían casi al mismo tiempo con el joven, destruyéndolo completamente. Sus días de boy toy habían acabado.

En su desesperación, y al sentirse hundido, Andrew decidió dejar San Diego e irse a Minneapolis a visitar a uno de sus mejores amigos, Jeffrey Trail, quien, según las malas lenguas, había sido cliente de los servicios sexuales de Andrew. Convenció, de alguna manera, a David Madson para que lo recoja en el aeropuerto y lo dejara hospedarse en su hogar.

Jeffrey Trail y David Madson
Es aquí donde todo se vuelve más oscuro. Mientras Madson se encontraba trabajando, Cunanan decidió ir a la casa de Jeffrey Trail, y robar su pistola. Una vez de vuelta en casa de su expareja, Andrew llama a Trail porque necesitaba verlo, por lo que acepta encontrarse con él en casa de Madson. Una vez allí, y estando a solas, el 27 de abril de 1997, Jeffrey Trail fue atacado con un martillo 27 veces en la cabeza y el torso. Su cuerpo, destrozado, fue enrollado en una alfombra y colocado tras los muebles del desván del apartamento. Cuando David Madson regresa a casa, se encuentra con el cadáver de Trail, y por motivos desconocidos, tal vez por miedo, decide no llamar a la policía. Ambos desaparecen.

Los compañeros del trabajo de Madson, al ver que ya había faltado dos días consecutivos, decidieron llamar a la conserje para pedirle que entrara al apartamento solo para verificar que todo estaba bien, a lo que la señora aceptó. Una vez dentro, se encontró con la terrible escena: el cuerpo de Trail envuelto en la alfombra. Inmediatamente llamó a la policía, y David Madson se volvió en el primer sospechoso.

Unos días después, el sábado 3 de mayo, dos pescadores encontraron un cuerpo en Rush Lake: era David Madson. Tenía tres disparos: uno en el ojo derecho, otro en la mejilla derecha y el ultimo, en la espalda. Inmediatamente, Andrew Cunanan se volvió sospechoso de ambos asesinatos, pero él, ya estaba rumbo a su siguiente destino: Chicago.

Lee Miglin y su esposa Marilyn
El actual asesino se dirigió a la ciudad de los vientos en busca de Lee Miglin, un magnate de bienes raíces de 72 años de edad. El 4 de mayo, Marilyn Miglin, la esposa del promotor regresa a casa, pero no encuentra a su marido. De inmediato, llama a la policía, y ellos, una vez allí, hicieron un tenebroso descubrimiento: encontraron el cadáver de Lee en el garaje, con la cabeza envuelta en cinta adhesiva, a punto de desprenderse del cuerpo. La escena era horrible, y la policía estaba perpleja. Se descubrió también que el hombre había sido torturado con unas tijeras de podar, y tanto su Lexus, como varios objetos de valor, habían sido robados de su vivienda. Se hizo conexión con Andrew Cunanan al descubrir, tres días más tarde, el vehículo de David Madson estacionado cerca de la casa de los Miglin.

Luego de aquel acontecimiento, la policía empezó a rastrear el Lexus a través de las llamadas que se hacían desde el vehículo, de forma oculta. Descubrieron que se encontraba en New York, pero el 8 de mayo, el FBI perdió su mayor oportunidad de atraparlo después de que la información se filtró en los periódicos y la televisión.

William Reese
Desesperado por deshacerse del Lexus de Lee Miglin, el 9 de mayo, Andrew Cunnanan entró en el cementerio nacional de Finn’s Point, en New Jersey, se detuvo al lado de la casa del conserje, William Reese, y lo apuntó con la pistola, obligándolo a arrodillarse. Le disparó en la cabeza sin pensarlo dos veces. Dejó el Lexus, y se llevó la camioneta roja de Reese. La policía no tardó mucho en darse cuenta que Cunanan había atacado de nuevo en tres estados distintos.

Antes de llegar a Miami Beach, se detuvo en South Carolina para cambiar la placa del vehículo. No dejaría que la policía lo atrapara tan fácilmente. Una vez llegó a su destino, se hospedo en el hotel Normandy Plaza. Durante el día, se quedaba en su habitación viendo televisión, y en la noche, volvió a trabajar como prostituto para obtener dinero y subsistir.

Tras varias semanas en Miami, Cunanan decide empeñar una moneda de oro que había robado a Miglin. Pasó desapercibido a pesar de haber utilizado su nombre real para firmar los papeles del préstamo. La policía, en su fallido intento de encontrarlo, deciden ponerlo en la lista de los 10 más buscados. Al darse cuenta de esto, y que varias personas lo miraban raro, Andrew decide escapar del hotel Normandy sin pagar, y se pierde su rastro por completo.

Asesinato de Gianni Versace (American Crime Story)
En la mañana del 15 de julio de 1997, Cunanan reaparece, y esta vez, para cometer el asesinato que lo llevaría a ser recordado para siempre: asesinó a Gianni Versace en la puerta de su casa, disparándole dos veces en la cara. Acto seguido, desapareció.

Pronto la policía, motivada por el cruel asesinato, encontraría la camioneta roja de William Reese estacionada en el tercer piso de un garaje. Automáticamente se conectaron todos los asesinatos, y la búsqueda de Andrew Cunanan se intensifico.

Tras una semana de ardua búsqueda, la policía estaba perdiendo toda esperanza de encontrarlo, y de que probablemente un sexto asesinato iba a salir a la luz pronto, pero entonces, el guardián de una casa flotante los llama indicando que había alguien con un arma dentro. Ellos estaban seguros de quien se trataba, y no demoraron más de 5 minutos en llegar al lugar. La casa fue llenada con gas pimienta. Habían tiradores y cámaras de televisión por todos lados.

Al ver que sus intentos eran fallidos porque Cunanan no salía de la casa, decidieron entrar, pero ya era muy tarde. Cunanan se había disparado en la boca, muriendo inmediatamente, y acabando así con su reino de terror. Fue irónico que muriera con la misma pistola con la que mató a sus víctimas.

El motivo exacto de aquella orgia sangrienta de Cunanan siempre será un misterio. Algunos creen que había contraído VIH, despertando su sed de venganza contra todos aquellos que pudieron haberlo contagiado. Sin embargo, la autopsia desmintió esta posibilidad, ya que Cunanan no era portador. Muchas otras hipótesis surgieron, pero ninguna ha podido ser confirmada. Los motivos de los asesinatos que cometió jamás serán aclarados, y quedarán como misterio para la historia.  



Su última foto


Q.E.P.D.




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