El Padre Más Malo Del Mundo: Yaser Said

Yaser Said es un hombre musulmán residente de los Estados Unidos. Al llegar a dicho país a la edad de 30, conoció a Patricia Owens, una menor de tan solo 15 años de edad, de quien se enamoró perdidamente. A las pocas semanas de conocerla, le pidió matrimonio, convenciendo a sus padres de que él podía darle una vida confortable. Fue entonces que en febrero de 1987 contrajeron nupcias, sin saber lo que a Patricia le esperaría.

Amina y Sarah Said.

El matrimonio no fue fácil. Un año más tarde, a la edad de 16, la mujer dio a luz a su primer hijo, Islam, quien nacería con retardo mental. Según Patricia, Yaser abusaba de ella y era muy controlador. No solo la golpeaba, sino que además llegó a un punto en el que no la dejaba tener contacto con nadie, ni con su familia. Solo podía llamarlos si él se encontraba en casa, y el teléfono, en altavoz. Su juventud fue arrebatada por un hombre aterrador. En los años siguientes, traería al mundo a Amina, en 1989, y a Sarah en 1990. Patricia esperaba que Yaser cambiara de actitud a raíz del nacimiento de sus hijas, pero que equivocada estuvo.

En octubre de 1998, las menores de 9 y 8 años de edad, respectivamente, informaron a sus familiares maternos de que su padre las maltrataba. La abuela de inmediato interpuso una denuncia, y así iniciaría una investigación en contra de Yaser, en diciembre de ese mismo año. Meses después, las menores se retractaron de todo lo que habían dicho, y el caso tuvo que ser cerrado. Patricia creía que su esposo había convencido a las niñas para que negaran todo. Sin embargo, ellas les confesaron a sus amigos de que si era verdad, que el hombre abusaba de ellas constantemente. Sarah incluso les decía que su padre la trataba como una puta.

En varias ocasiones, Amina llegaba al colegio con moretones en el cuerpo. Un día incluso llegó con el labio partido. Comentó que su padre el culpable de aquellas marcas y que su madre no quería buscarle atención médica.

Con mayor edad y su hermano Islam.

La tiranía de Yaser Said incrementó al poner estrictas reglas para sus hijas mientras entraban a la adolescencia. Debían tener claro que él era la figura dominante de la casa. Solía espiarlas, incluso grabarlas sin que ellas se enteraran, para saber que estaban haciendo. Tenían miedo hasta de hablar por teléfono público porque su padre se encontraba en todos lados y siempre sabía todo. Según investigaciones posteriores, las jóvenes escribieron distintos correos electrónicos donde afirmaban que el hombre tenía la intención de matarlas.

A los 16 años, Sarah viajó a Egipto con su padre. Él quería arreglar un matrimonio entre su hija y un amigo suyo de 47 años de edad (¡31 años mayor que Sarah!). La joven, con miedo a represalias, negó casarse. Al regresar a casa, Yaser prohibió que sus hijas tuvieran novios americanos. Además, Sarah consiguió un trabajo de medio tiempo después de la escuela como recepcionista de una tienda. Su padre la grabó en video, y la castigó solo por “sonreírles mucho a los clientes”.

Las hermanas, juntas siempre.

Por otro lado, Amina empezó a salir a escondidas con un muchacho que había conocido en sus clases de Taekwondo, Joseph Moreno. Siempre andaba con miedo de que su padre se enterara de su relación porque sabía que lo prohibiría. La joven era bastante precavida. Ya había advertido a su enamorado de no llamarla cuando ella le enviara una palabra clave por mensaje de texto, porque su padre podía agarrar el teléfono.  Sin embargo, Yaser descubrió una carta de su hija dedicada a su novio, a lo que ella le dijo que estaba dedicada a su novio imaginario. El padre, desconfiado, empezó a estar más atento a las cosas que hacia su hija para descubrir cualquier intento de relación.

Meses más tarde, Yaser decidió mudarse con su familia, por lo que Aminar hizo planes para escapar con su novio y casarse en Las Vegas. Sería un nuevo comienzo y una vida libre para ella. Joseph decidió dejar la escuela y empezar a trabajar para conseguir dinero, así cuando se escaparán, tendrían con que vivir.

Última foto de Amina.

Un día antes de la navidad del 2007, Yaser se enteró que Amina y Sarah tenían enamorados. Ambas tenían mucho miedo de que su padre los asesinara, ya que estaba furioso, y se rehusaban a decir sus nombres cuando el hombre las golpeaba. Sentía que sus hijas habían deshonrado a la familia al rehusar adherirse a su tradicional cultura conservadora y optar por una más aberrante.

El 26 de diciembre de ese año, Patricia se encontraba en el trabajo cuando sus hijas llegaron corriendo y llorando. Yaser había estado con una pistola cerca de ellas, amenazándolas con matarlas. Una amenaza que ellas sabían que era capaz de cometer. Temiendo por su vida y las de sus hijas, Patricia decidió escapar con sus hijas y los enamorados de ellas. Fueron a Tulsa, Oklahoma, donde uno de los muchachos tenía un pariente. Parecía que empezar una nueva vida allí seria lo correcto: Alquilaron un departamento amoblado y hasta vieron que podían conseguir trabajo.

El 31 de diciembre del 2007, Patricia les dijo a sus hijas que regresarían al mismo pueblo donde estaba su padre, pero irían a dejarle flores a su abuela por el aniversario de su muerte y asistirían a una fiesta familiar por Año Nuevo. Estarían en la casa de su tía, y luego de eso, terminarían sus estudios y regresarían a Tulsa por su bien.

A su regreso, Patricia y sus hijas se vieron con Yaser. El hombre se veía distinto en buen sentido. El 1 de enero del 2008, Amina y Sarah, de 18 y 17 años, respectivamente, fueron a comer con su padre. Patricia también quería ir, pero Yaser le dijo que quería hablar a solas con las chicas. Una vez dentro del carro, el hombre llevó a sus hijas hasta Irving, Texas, donde les disparó a quemarropa a cada una. El sujeto escapó del vehículo, y Sarah, en su lecho de muerte, logró llamar al 911 desesperada por ayuda.

Lamentablemente, cuando la policía llegó al lugar de los hechos, encontraron los cuerpos de las jóvenes sin vida. Yaser desapareció ese mismo día y nunca más se le volvió a ver. No hay evidencia de que haya escapado del país, y hasta el día de hoy sigue siendo buscado por la policía. Nadie conoce su paradero, y está en la lista de los 10 fugitivos más buscados del FBI.