Aokigahara: El Bosque de los Suicidios
Japón es uno de los países en donde el suicidio es una de
las principales causas de muerte, especialmente entre los hombres. Para el año
2014, aproximadamente 24mil personas se habían quitado la vida en dicho país, y
decenas de ellas, la realizaron en el mismo lugar: El bosque Aokigahara,
bautizado como el bosque de los suicidios.
El mar de árboles. |
Este bosque es también conocido como el “Mar de árboles”,
debido a sus 35km cuadrados, y está ubicado en la base del Monte Fuji. Siglos
atrás, este lugar estaba relacionado con demonios de la mitología japonesa. Se
pensaba que los Tengu, demonios con forma de ave, vivían en el bosque,
maldiciendo a todo aquel que se atreviera a entrar en él. En el siglo XIX, las
familias pobres que no podían mantener a los niños o a ancianos, los dejaban
allí, a su suerte, motivo por el cual surgieron historias que afirmaban que el
lugar estaba embrujado por las almas de aquellas personas.
El mar de árboles se convirtió en el bosque de los suicidios
debido a la gran cantidad de personas que se adentran al lugar con ese único
motivo. En el año 2002, 78 cadáveres fueron encontrados en el bosque, y en el
2003, la tasa anual incrementó a 100 personas. El gobierno ha intentado de todo
para que las personas dejen de suicidarse en este lugar: Desde poner letrero
con mensajes cómo “Tu vida es un regalo precioso que te dieron tus padres.
Piensa en ellos y en el resto de tu familia. No tienes por qué sufrir solo.” en
distintos idiomas, poner cámaras de vigilancia en algunos árboles, hasta dejar
de publicar la cantidad de cuerpos que son encontrados anualmente.
En la actualidad, el lugar puede ser visitado por cualquier
persona, incluso hay quienes van a acampar al bosque, pero hay límites. Los
yacimientos de hierro magnético hacen que las brújulas, celulares, y GPS’s
dejen de funcionar, por lo que, si te pierdes, es muy probable que te quedes
dentro del bosque para siempre. Además, existen una serie de rutas no oficiales
que son recorridas por voluntarios para encontrar los cuerpos de aquellos que
se quitaron la vida. Ellos utilizan una cinta para marcar su camino y así
evitar perderse.
Dentro del bosque no hay animales, y se puede escuchar al
viento soplar todo el día, lo que hace aún más escalofriante este lugar. No es
extraño que encuentres ropa tirada, algún cuchillo clavado en los árboles, o
restos humanos en la tierra.
Hoy en día es el segundo lugar más popular del mundo para
suicidarse, seguido del puente Golden Gates en San Francisco, Estados Unidos.
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