Rasguños (Creepypasta)
Rasguños…esos incesantes rasguños que vienen de la puerta.
De verdad la cagué esta vez. No debí aceptar este caso. Desde el momento en que
esa joven entró a mi oficina tuve un mal presentimiento.
Había algo que me
hacía dudar. Algo en sus ojos me decía que no lo haga…hasta que me ofreció
dinero, mucho dinero. Lo que debía hacer era encontrar a su hermana menor, solo
eso. Algo que he hecho tantas veces que ya ni llevo la cuenta. Pude descubrir
que la menor había huido con su enamorado, algo tan típico. La rastreé hasta un
viejo apartamento. Algo no me parecía bien, pero 80mil dólares por encontrar a
esa pequeña zorra…como iba a echarme para atrás? El lugar estaba completamente
vacío. Subí hasta el octavo piso. Las luces parpadeaban haciendo muy tétrico el
lugar. En esta tipo de locaciones siempre se puede escuchar a alguien ser
golpeado…a alguien gritar….pero lo único que podía oír era a una niña llorando.
Seguí avanzando, hasta llegar a la habitación 313. Mi contacto me dijo que ahí
la podía encontrar. Golpeé y golpeé la puerta de la habitación, hasta que
escucho algo moverse en el pasillo.
Los llantos se detuvieron. Lo único que se podía escuchar
era el silencio. Y ahí estaba ella, al final de pasillo…pero no era a quien
estaba buscando. Era la perra que me contrató…pero su rostro, su rostro estaba
extraño, al igual que su cuerpo. Algo en ella era…inhumano. Comenzó a moverse
hacia mí de una forma innatural, gimiendo y llorando al mismo tiempo. Abrí la
puerta de la habitación rápidamente y la cerré de golpe.
Ya han pasado horas y aún sigue rasguñando la
puerta…gimiendo y llorando. No hay ventanas aquí, solo un foco de luz prendido.
Puedo darme cuenta que al centro de la habitación hay una nota. Dice lo
siguiente:
Sr. Stinson,
Considere esto como un castigo. Un castigo por extorción.
Castigo por aprovecharse del dinero de aquellos que necesitaban su ayuda en
momentos difíciles. Castigo por las familias que abandonaste. Alguien pagó
mucho dinero para ponerlo aquí.
Esta habitación será su purgatorio. No importa cuán
sediento, hambriento, o cansado esté, ya que seguirá vivo mientras se mantenga
dentro de la habitación. Debería salir, y la única salida es esa puerta que
está frente a usted. Esperamos su muerte sea terrible. Decida.
-Mr. B
No ha dejado de rasguñar. Dejó de gemir hace tres días.
Ahora grita sin detenerse. No puedo dormir, y la verdad es que estoy muy
cansado y hambriento. Cuánto tiempo más podré? Cuánto tiempo más seguiré aquí?
Cada vez que pienso eso…me acerco a la puerta. Ella deja de gritar. Deja de
gritar y empieza a reírse…mierda!
Comentarios
Publicar un comentario