Habilidades Psíquicas (Creepypasta)

Vivo en Osaka, Japón, y todos los días utilizo el metro para poder ir al trabajo por la mañana. Un día, mientras esperaba a que llegara el tren, me di cuenta que había un hombre sentado en la esquina de la estación, murmurando mientras las personas pasaban cerca de él. En su mano sostenía una taza y parecía que pedía un poco de dinero.

Una mujer, digamos que un poco gruesa, pasó cerca del hombre, y estoy seguro que lo oí decir “Cerdo”.

Wow, pensé. Este hombre está insultando a las personas  y aun así espera que le den un poco de dinero?

Luego pasó un hombre en terno, posiblemente era un hombre de negocios, y el vagabundo murmuró “Humano”.

Humano? No puedo molestarme por eso. Obviamente era un humano.

Al día siguiente llegué temprano a la estación, así que decidí pararme cerca del hombre y escuchar sus extraños murmullos.

Un hombre demacrado pasó frente de él, y escuché al vagabundo decir “Vaca”.

Vaca? Yo pensé. El hombre era muy delgado como para ser una vaca. Se veía más como un pavo o un pollo.

Un minuto más tarde, un hombre robusto pasó frente al vagabundo, y dijo “Patata”.

Patata? Yo tenía le impresión de que a los robustos les decía “Cerdo”.

Ese dia en el trabajo, no pude dejar de pensar en las cosas que decía el vagabundo y lo desconcertante que era su comportamiento. Intente encontrarle alguna lógica o algún patrón a sus murmullos.

Quizás él tiene algún tipo de habilidad psíquica, pensé. Tal vez él sabe lo que estas personas fueron en sus vidas pasadas. En Japón, muchas personas creen en la reencarnación.

Observé al hombre muchas veces y empecé a creer que mi teoría era cierta. A menudo llamaba a las personas “Conejo” o “Cebolla”, o “Oveja” o “Tomate”.

Un día, mi curiosidad pudo más, así que decidí preguntarle qué era exactamente lo que hacía.

Mientras caminaba hacia él, me miro y entre sus murmullos dijo “Pan”.

Puse un poco de dinero en la taza que sostenía, y le pregunte si tenía alguna habilidad psíquica. El vagabundo sonrió y me dijo que en efecto, si tenía una habilidad que había obtenido hace ya varios años, y que no era algo tan grande, no podía predecir el futuro o leer la mente de las personas.

Entonces le pregunte que cual era su habilidad.

Me explico que era simplemente saber lo último que alguien había comido.

Me rei porque me di cuenta que estaba en lo correcto. Él dijo “Pan”. La ultima cosa que comí en el desayuno fue un pedazo de pan. Me fui sacudiendo la cabeza. De todas las habilidades psíquicas que alguien podría tener, definitivamente esa era la más inútil.

Ya te diste cuenta del horror de esta historia?