Las Brujas de Cachiche




Cachiche, que quiere decir lugar o tierra salada, es un pequeño pueblo que se encuentra en Ica, Perú. Desde épocas pasadas, este lugar ha sido considerado como sinónimo de hechicería para muchos peruanos, debido a las historias que se cuentan ahí.

En la época colonial, la Santa Inquisición ordenaba quemar a aquellas personas que se encontraran culpables por brujería, a aquellos que la practicaran. Es por eso que muchos brujos y brujas migraban de Europa hacia el Perú. En aquel viaje, una disputa hizo que los brujos se dividieran en dos grupos: Los varones, se ubicarían al norte del país, en Huancabamba, conocida por su laguna “Las Huaringas”, y las mujeres se ubicarían al sur, llegando así a Cachiche.

Las brujas y sus ritos.
Los Iqueños decían que aquellas mujeres tenían un contacto muy profundo con lo espiritual, con lo místico, y que poseían poderes sobrenaturales usados principalmente para eliminar aquellos males del cuerpo, para hacer “amarres de amor”, entre otras santerías.

También decían que cuando una de esas brujas fallecía, su cuerpo se desvanecía y se volvía parte de la arena del desierto que protegía a la ciudad.

La bruja más conocida y famosa del pueblo de Cachiche fue, sin lugar a dudas, Julia Hernández Pecho viuda de Díaz. Una bruja que no hacía daño a las personas, que practicaba la magia blanca para curar, es por ello que a nivel nacional e internacional se le conoce como la “Doctora Corazón”. Sus amarres eran muy populares.

Fernando León de Vivero, quien ocupo cinco veces la presidencia de la Cámara de Diputados de Ica, tuvo muchos problemas para hablar cuando tenía 15 años de edad. Afortunadamente, llego a las manos de Julia, quien lo curo del todo. El joven ya no hablaría entrecortadamente. Y por si fuera poco, Julia también le dijo que iba a llegar a ser un gran profesional en el futuro, y acertó. Es así como las brujas de Cachiche se hicieron muy conocidas.

En Cachiche también se encuentra “La Palmera de 7 cabezas”. Tiene forma de un pulpo gigante, con palmeras que se introducen en el suelo y vuelven a salir.


La palmera de 7 cabezas.
Existen diversas leyendas en torno a esta palmera, pero la más conocida es la que dice que la bruja Julia Hernández predijo que Ica se hundiría cuando crezca la séptima cabeza de dicha palmera. Por eso todos los años se debe cortar, para que nunca termine de crecer.

Lamentablemente, en Enero de 1998, se cumplió la predicción. El rio se desbordo y hubieron miles de personas que resultaron damnificadas por este acontecimiento. Se asegura que en aquel año no se cortó la séptima cabeza de la palmera, y desde ese día, no han dejado de hacerlo.

Julia Hernandez Pecho viuda de Díaz falleció a la edad de 101 años, debido a un paro cardiaco. Al fallecer, Fernando León de Vivero construyó un monumento para que todos recordaran a la bruja que le devolvió el habla:

“A la bruja de Cachiche, que siempre embrujo por su belleza y tanto significo en el proceso de nuestra cultura.”

Esta inscripción se encuentra en una roca, junto al monumento. La estatua de la bruja está compuesta por un búho, el cual es sinónimo de conocimiento y sabiduría. A la izquierda de la bruja, una calavera que significa hechicería y esoterismo, al igual que la escoba que lleva la bruja en su mano izquierda. Así mismo, sus brazos están en forma de V, que significa victoria y veneración.

Hoy en día aún se practicaba la magia blanca en Cachiche. La séptima cabeza se sigue cortando para que la ciudad de Ica no sufra la predicción de la bruja. Y los residentes afirman que aún se escucha el canto de Julia bendiciendo sus tierras y aterrando a quienes vayan a dañar el pueblo. Algunos han confesado haber visto andando a la bruja y desaparecer a los pies de la palmera de las 7 cabezas.




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