Los niños asesinos de Liverpool




Conocidos también como los asesinos más jóvenes de Gran Bretaña, Robert Thompson y Jon Venables fueron los autores y participes de uno de los horrores más grandes de dicha isla en los últimos 25 años: El asesinato de James Bulger, un niño de tan solo 2 años de edad.

Robert y Jon nacieron en 1983, en Liverpool. La niñez de ambos fue bastante difícil ya que sus familias no solo eran disfuncionales, sino que, además, tenían muchos problemas en el colegio y ciertamente, ningún niño quería andar con ellos. Habían aprendido a evadirse de la realidad y desconectarse emocionalmente.

La primera vez que se vieron fue en el cine. La película que habían visto era “Chucky, el muñeco diabólico”, la cual se dice fue inspiración para que ellos realizaran el posterior asesinato. Las constantes peleas en el colegio los volvieron a unir, ya que ambos sufrían de acoso escolar, y verlos en la oficina del director era muy común.

Jon Venables y Robert Thompson

El 12 de febrero de 1993, ambos con 10 años de edad, decidieron faltar a clases e ir al Centro Comercial Strand en Merseyside, ya que días antes habían intentado secuestrar a un menor, pero fallaron en el intento. La madre de este se había percatado de la intención de ambos niños, evitando que el asunto llegue a mayores. Ese día, no volverían a fallar.

Ya en el Centro Comercial, mientras buscaban una víctima vulnerable, fácil de engañar para poder cumplir aquellas macabras ideas que pasaban por sus jóvenes cabezas, los futuros asesinos se la pasaron cometiendo pequeñas travesuras: tiraron al piso todos los folletos de una empresa inmobiliaria, se burlaron de la forma de caminar de una pobre anciana, e ingresaron a la librería para tirar un par de comics.

Faltando 20 minutos para las 4 de la tarde, Robert y Jon encontraron a James Bulger, un niño de tan solo dos años de edad. Se encontraba fuera de la carnicería, esperando que su mamá terminara de comprar. Rápidamente, sin que nadie se dé cuenta, le dieron la mano al menor, y este, sin pensarlo dos veces, decidió ir con ellos. Nadie imaginaria lo que tenían planeado aquellos niños de tan solo 10 años de edad.

La madre, Denise Fergus, al percatarse de que su hijo no se encontraba donde ella lo había dejado, decidió alarmar a las autoridades sobre su desaparición, pero ya era demasiado tarde. Las cámaras de seguridad registraron cada movimiento de los futuros asesinos. A las 4:43 de la tarde, se vio por última vez con vida a James Bulger.

Para que nadie sospechará nada, el trio salió por una puerta secundaria. Caminaron aproximadamente 4 kilómetros. James, con mucho miedo, intentaba escapar de las garras de los jóvenes, pero estos lo impedían. En el trayecto, fueron 38 los testigos que se cruzaron con los jóvenes. Dos de ellos se acercaron al ver a James llorando, pero Robert y Jon decían que se estaba portando mal, y que ellos eran sus hermanos mayores, por lo que no pudieron hacer nada.

El largo y terrible recorrido finalizó en un descampado, junto a una línea férrea de la abandonada estación Walton & Anfield. Es aquí donde empezaría el infierno de torturas del pequeño James. Primero, arrojaron pintura azul en sus ojos. Luego, le tiraron ladrillos en la cabeza y golpearon más de una vez, con una barra de metal, sus costillas. Sin piedad alguna, Robert marcaría su cara dándole una fuerte patada, y chancando sus diminutas manos hasta rompérselas por completo. Según la policía, una batería eléctrica fue encontrada en el recto de James, pero esto no se ha podido confirmar. Posterior a eso, se pararon sobre el niño y empezaron a brincaron sobre su vientre, como si de una cama elástica se tratará, hasta reventarlo.

Ultima vez que se vio con vida a James.
James ya había perdido la vida para ese momento. Solo faltaba ocultar la evidencia, así que para no dejar rastros del asesinato, Robert y Jon decidieron mover el cadáver hasta las vías férreas, ya que el tren lo destrozaría y pensarían que se trató de un accidente, de un descuido del niño. Tras dejar el cuerpo, los asesinos regresaron a sus casas, burlándose del crimen que acababan de cometer.

Cuatro días más tarde, el 16 de febrero, y tras una búsqueda exhaustiva a nivel nacional, se encontró el cuerpo de James Bulger, partido en dos por el tren. Las grabaciones del centro comercial demostraron que, efectivamente, dos niños habían sacado a James del lugar, pero no estaban seguros de que ellos fueran los autores de aquel cruel asesinato. Vamos, quien creería que dos niños de tan solo 10 años de edad serían capaces de hacer eso? Luego de un largo interrogatorio, Robert y Jon confesaron que ellos habían asesinado a James, e inmediatamente fueron arrestados.

El mismo gobierno ordeno que sean juzgados como adultos. En realidad, nadie los trató como niños. Las madres de todo Liverpool estaban asustadas, ya que sus menores hijos ya no estaban seguros en ninguna parte. Los psicólogos de la defensa, aseguraron que los niños pensaban que era un juego, que lo habían hecho solo por diversión, pero nadie, absolutamente nadie les creyó. Finalmente, el juez los condenó a estar en prisión hasta cumplir la mayoría de edad.

En la cárcel, ambos menores fueron separados “por motivos de seguridad”. No se volvieron a ver. El gobierno invirtió mucho dinero para que fueran rehabilitados, y después de casi ocho año y cuatro meses, en el 2001, fueron puestos en libertad condicional. David Blunkett, ministro del interior de aquel entonces, comunicó la decisión que se había tomado:

James Bulger
"Nadie podrá jamás olvidar el caso de James y el dolor de su familia. El asesinato del niño fue un suceso terrible para su familia y para toda la nación, pero no sería de interés público perseguir a los responsables ahora que la junta de libertad bajo palabra ha decidido que ya no es necesario para la seguridad del público que estén confinados."

Se les proporcionaron nuevas identidades y un pasado falso, para que así puedan reincorporarse a la sociedad. Fueron re-ubicados al norte de Inglaterra, y por mucho tiempo, nadie supo nada de ellos.
En el año 2010, Jon Venables, con 27 años de edad, regresó a prisión tras haber descargado en su computadora cerca de 57 fotografías de pornografía infantil, y haber difundido 42 de estas. Denise Fergus, madre de James Bulger, dijo que “Venables ha vuelta al lugar en el que debería estar: tras rejas”.

De Robert Thompson, solo se sabe que vivió con una nueva identidad. Logró graduarse del colegio, y hoy en día se dedica al arte.

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