El asesinato de Junko Furuta
Junko Furuta, fue
una destacada y amistosa alumna de la secundaria Yashio-Minami en Misato,
Japón. Ella sobresalía del resto de
alumnas de su escuela, ya que no compartía los mismos gustos que de los demás
(sexo, drogas y alcohol), por lo que muchos le guardaban resentimiento y
envidia.
Ella sabía que en
su escuela, uno de sus compañeros, Miyano Hiroshi de 18 años de edad, estaba
loco por tener algo con ella. Él era muy conocido, pero no por hacer cosas
buenas. Era el matón del colegio. Incluso siendo tan joven, ya se le
involucraba con la nueva generación de los Yakuza, la mafia más temida de todo
Japón. Para mala suerte, el sentimiento de aquel joven, no era correspondido, por
lo que decidió tomar venganza.
El 25 de
Noviembre de 1988, Junko salió del colegio rumbo a su casa, sin saber que nunca
llegaría a su destino. Mientras ella seguía su camino, Hiroshi, junto con 3 de
sus amigos:
- Jo Ogura y Watanabe Yasushi, ambos de 17 años de edad
- Minato Nobuharu de 16 años.
La interceptaron.
La amenazaron para que hablara en privado con ellos. Junko, por miedo, acepto.
El grupo de salvajes, llevaron a Junko hasta la casa de los padres de Minato.
Es así como empezarían los 44 días de tortura.
Una vez en casa
de Minato, los cuatro estudiantes le dejaron bien en claro a Junko, que desde
ese momento, ella haría todo lo que ellos quisieran, haciéndolo de la peor
manera: Primero, la golpearon hasta el cansancio, como venganza por no haber
aceptado nunca una cita con ello. Luego de eso, desnudaron a la pobre joven y
por turnos, la violaron.
Estos jóvenes
sabían lo que hacían y en los problemas que se podían meter por tener a la
chica, así que para evitar sospechas de la policía, obligaron a Junko a llamar
a sus padres. Ella debía decir que estaba con un amigo y que había escapado de
casa, pero que no se preocuparan porque estaba bien.
Se preguntara,
como era posible que los padres de Minato permitieran esto. Sucede que en un
principio, los señores no estaban al tanto de lo que ocurría, ya que en Japón,
los padres no suelen meterse en los asuntos de los hijos. Ellos pensaban que
Junko era la enamorada de su hijo, pero,
tras darse cuenta del secuestro evidente, decidieron guardar silencio. No justifico el acto de estos estúpidos padres
que pudieron salvar la vida de la joven e indefensa Junko, pero es correcto
decir que estaban bajo amenaza de Hiroshi y de los Yakuza, por eso decidieron
poner primero a su familia, acto que les costaría 50 millones de yenes y un pasaje
gratis al infierno.
Cada uno de los
44 días que mantuvieron en cautiverio a Junko, estos son los actos atroces que cometieron contra ella:
- Tenerle desnuda la mayor parte del tiempo.
- Violarle todos los días, uno o más de ellos, por vagina y ano.
- Invitar a miembros de la Yakuza a violarla. Más de 100 hombres la violaron un total de 500 veces. En una ocasión, 12 hombres en un mismo día.
- Golpearle a cada momento, una vez con palos de golf.
- Al menos una vez: estrellarle la cara repetidamente contra el suelo de cemento.
- Varias veces: orinar encima de ella.
- Fotografiar todo el tiempo las torturas.
- Antes de violarla, obligarla a masturbarse delante de sus captores o sus invitados, mientras éstos tomaban cerveza.
- Introducirle objetos en la vagina, incluyendo una botella y una barra de hierro, lastimándola.
- Privarle del agua y la comida.
- Al pedir comida y agua, hacerle comer cucarachas vivas y beber su propia orina.
- Insertarle un aparato pirotécnico en el recto y encenderlo, causándole graves quemaduras.
- Amputarle el pezón izquierdo con un alicate.
- Atarla de pies y manos, acostarla boca arriba, y dejarle caer mancuernas en el estómago.
- A raíz de las graves lesiones, hacerle perder el control de los esfínteres.
- Castigarla cada vez que se orinaba.
- Una vez: romperle todos los huesos de una mano a pisotones.
- Inserción en su vagina de tijeras y pinzas para pollo asado, desgarrándosela.
- Colgarla del techo y usarla como saco de boxeo.
- Meterle varias horas en un congelador.
- Quemarle los párpados con cera caliente.
- Clavarle docenas de agujas de coser en los pechos.
- Quemarle en la vagina con cigarrillos y en el clítoris con encendedores.
- Insertarle una lamparita caliente en la vagina, que se rompió dentro, provocándole serias lesiones.
El cuerpo de
Junko no soportaba más, por lo que el 1 de Enero de 1998, tras pasar navidad y
año nuevo sola, rogo por que la mataran y que terminen con esto, pero los 4
jóvenes no le hicieron caso. Sin embargo, 4 días después, la invitaron a jugar
Mahjong, un juego de tablero parecido al solitario, donde ella ganó, causando
la molestia de los jóvenes, así que como premio, la golpearon con una barra de
hierro, le quemaron uno de los ojos con una vela encendida, y para finalizar,
le prendieron fuego. Fueron dos horas que su cuerpo estuvo encendido, y
mientras ella gritaba, los 4 jovenes limitaban a reírse y seguir jugando
Mahjong.
Junko Funata
falleció ese día, en sufrimiento y soledad. Nada nunca podrá compararse a esos
44 días que la mantuvieron encerrada, humillándola como si su vida no valiese
nada. Pero el caso no termina ahí.
Un día después,
el 5 de enero de 1989, como si ya tuviesen todo planeado, los 4 asesinos
metieron el cuerpo de Junko en un bidón de metal, lo llenaron de concreto, y lo
dejaron en Koto, Tokio. La fecha del día y como la encontraron, no se sabe con
exactitud, pero se cree que fue a los pocos días de su muerte, y que
probablemente, uno de los padres de Minato los delató.
La autopsio pudo
determinar todo el daño que le hicieron a la joven. Imaginen todo lo que tuvo
que escuchar su madre. Saber que una hija ha fallecido, debe ser muy doloroso.
Imaginen cuan peor sería saber que fue asesinada y humillada de tal forma como
lo hicieron con Junko. Imposible verdad? Un informante desconocido que pertenecía
a la Yakuza, aviso a la policía quienes fueron los autores de tal barbaridad.
La identidad de
los 4 asesinos se mantuvo en misterio, hasta que Shukan Bunshun, escritor de un
diario, hizo públicos los nombres de estos, argumentando que después de todo lo
que le hicieron a Junko, nadie debería tener compasión por estos sin vergüenzas.
Se sabe que Hiroshi Miyano cambio su nombre a Hiroshi Yokoyama, y Jo Ogura, a
Jo Kamisaku.
Las condenas de
los asesinos fueron indignantes. Se les culpo de secuestro y de provocar la
muerte de Junko, mas no de violación, ya que el semen encontrado en los
genitales y en el recto del cadáver, pertenecían a más de un centenar de
hombres. Por esto, se pudo dar a conocer los nombres de otros implicados:
·
Koichi
Ihara
·
Tetsuo
Nakamura
3 de los
asesinos, fueron condenados a 8 años de prisión, mientras que Hiroshi Miyano,
fue condenado a 17 años, y posteriormente, a 20. La desgracia de todo esto, es
que todos están libres ahora.
Del último que se
supo, fue de Jo Kamisaku, quien tras salir de prisión en 1999, regreso a esta
en el año 2004, tras pelear con un hombre al que amenazo con asesinarlo. Que
sabía cómo hacerlo porque ya lo había hecho antes.
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